En la noche del sábado quedó formalmente inaugurada la muestra fotográfica “Tiempo no cuentas”, en el marco de las actividades programadas por el mes de la mujer impulsadas por la Municipalidad de General Pico, en este caso a través de la Dirección de Educación y Cultura dependiente de la Secretaria de Gobierno, Seguridad, Educación, y Cultura,

En la sala de Artes Visuales de MEDANO ya se encuentra ésta exposición de la fotógrafa Ale Páez,  que permanecerá hasta el 29 de marzo inclusive abierta al público en general con entrada libre y gratuita.

Durante el acto de apertura estuvo presente el director de Educación y Cultura, Raúl Nievas y un importante marco de público en general, entre ellos la autora de la obra.

“Tiempo no cuentas” es la primera muestra individual de Ale Páez, la misma expone fotografías de María Crispina Olivera, quien nació el 18 de abril de 1925.

En diálogo con la prensa, Ale Páez cuenta “Es una obra donde tratamos de contar la historia de lo que produce el paso del tiempo en un cuerpo y puntualmente la historia que cuenta ese cuerpo”.

En este caso nuestra modelo es María de 93 años y la obra arranca con una parte que denominé “Esperando la carrosa” donde ella muestra cómo fue en su juventud, y toda una vida muy sufrida; “Qué me van a hablar de amor” donde los amores fueron en parte lujuriosos, indebidos y en parte no cumplidos y después hablamos de “La suerte está echada”, donde la piel empieza a dejar marcas”, detalló la autora.

Páez siguió, “hay parte de desnudo donde se cuenta la historia de María que amamantó bajo el sol, trabajando, en un viña, con un estilo diferente de vida. Donde no se elegía si se quería amamantar o no, entonces a través de la obra tratamos de contar todas estas historias. Sobre el final María hace “Moda no incomoda” donde logra destaparse, ponerse un pañuelo moderno y reírse de todo esto que nos está pasando”.

Logramos sobre el final del tiempo de ella, cuando ya no cuenta tiempo, amigarse y contarlo de otro lado. Ella no tuvo muchas posibilidades de elegir, ni su economía, ni su estética, ni sus condiciones y aun así trascendió en la vida y tratamos de mostrarlo de esta manera”.

Consultada sobre qué expresaba la modelo a lo largo de las sesiones, Páez contó “Al principio ella venia de una vida acostumbra a sacarse fotos para los cumpleaños nada más, no tenía idea para que era. Y después terminó entregándose, le encantaba la parte teatral y los disfraces y considera que fue un cambio muy importante en ella”.

Para finalizar Ale Páez contó “esta muestra me abrió la puerta al arte, yo quería ser artista a través de la fotografía y esta muestra me demostró que solo se necesita pensarlo y hacerlo para que suceda”.



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