El Senado aprobó este miércoles con 29 votos positivos, 8 negativos y 4 abstenciones el proyecto impulsado desde el peronismo que expresa su “más enérgico repudio al golpe de Estado perpetrado en el Estado Plurinacional de Bolivia contra el Gobierno democráticamente electo del presidente Juan Evo Morales Ayma”.

En tal sentido, luego de su voto positivo el senador Daniel Lovera emitió un comunicado que expresa lo siguiente:

Expresar mi rechazo al golpe de Estado que se llevó a cabo en el hermano país de Bolivia, donde se forzó la renuncia del presidente constitucional Evo Morales y el vicepresidente García Linera.

Expresar mi solidaridad con el pueblo boliviano y reclamar el restablecimiento de la paz social, el diálogo y una inmediata salida a través de la vía constitucional.

El ejercicio de la violencia impidió que concluya legítimamente el mandato de Evo Morales, alterando el curso del proceso electoral.

Nuevamente con el apoyo de las fuerzas armadas se interrumpe el orden democrático en América Latina. No cabe otra interpretación de los hechos y es nuestra responsabilidad defender los principios democráticos en los que se asienta el sistema político.

En Bolivia… jaquearon la democracia.
El sistema político que por definición le da voz al pueblo, el que ofrece garantías de libertad y nos iguala en el derecho a elegir a quienes nos gobiernan.

El mismo sistema que nos fue arrebatado a los argentinos en 1976 a través de un golpe de Estado, despreciando la vida y la identidad a partir de la corrupción y la muerte. Ese sistema que nos costó sangre y memoria recuperar, le está siendo robado hoy al pueblo boliviano.

Si no hay democracia, cae la ideología. Sin democracia, gana la violencia. La democracia es un principio rector insoslayable para cada uno de los pueblos de nuestra querida América Latina.

A un pueblo que le roban la democracia lo dejan sin corazón. Y no podemos ser cómplices, ni concesivos permitiendo que ese pueblo, hermano de tierra y alma de nuestra Argentina, quede descorazonado.

Levantemos toda voz institucional posible para que el mundo se entere que en el sur de América hay un reclamo de democracia.

Sabemos que las voces colectivas la alimentan tanto como la hiere el silencio. Seamos alimento de cada democracia que pretenda ser asfixiada.

Como país, somos responsables de decirle al mundo que elegimos la libertad.

No es momento de ser tibios. Independientemente de la ideología política con la que nos identifiquemos, la defensa de los gobiernos elegidos por la soberanía popular es nuestro deber, si queremos construir una sociedad libre, justa e igualitaria.

Más y mejor democracia será siempre la respuesta para resolver los conflictos políticos y las situaciones de injusticia.

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