El mandatario uruguayo aseguró que nunca impuso una cuarentena obligatoria, a diferencia de otros países, «porque iba en contra de la libertad del individuo».

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, figuró entre las principales tendencias en la red social Twitter, este jueves, por sus opiniones sobre la estrategia que encaró su país para enfrentar la pandemia de coronavirus.

«En un momento tuvimos una presión muy fuerte de que había que generar más tributos al patrimonio, a la gente que tiene emprendimientos mayores. Y yo me negué rotundamente porque son los que van a empujar la salida del país», afirmó el mandatario del vecino país. 

Durante una videoconferencia detalló la difícil decisión de implementar una serie de medidas para contener el virus, pero sin una cuarentena obligatoria. Actualmente, su país tiene 902 infectados, de los cuales 815 ya se encuentran recuperados; mientras que 26 personas murieron por la enfermedad.

“Esa noche, con cuatro casos suspendimos las clases, los espectáculos públicos, y cerramos las fronteras. Al otro fin de semana, del viernes 20 al lunes 23, se da el epicentro de la discusión nacional sobre la cuarentena obligatoria. Para mí fue un momento de mucha soledad e introspección. Ex presidentes de la República, distintas gremiales, la opinión pública en general, nos pedían cuarentena obligatoria. Todos decían que para un gobierno era lógico, o la medida más fácil, decretar la cuarentena obligatoria. Pero desde el principio tuve claro que no lo iba a hacer”, comentó el jefe de Estado en un conversatorio, organizado por la Fundación Libertad.

Entre sus argumentos que esgrimió, indicó que siempre estuvo en contra del confinamiento, “porque iba contra todo lo que yo creo, que es la libertad del individuo. Libertad del relacionamiento, libertad de una nación…”.

El jefe de Estado recordó que el sindicato médico le recomendó el 23 de marzo ir hacia una cuarentena obligatoria: “Yo les pregunté si alguien estaba dispuesto a encarcelar a un uruguayo que salía a hacer el peso, a parar la olla, si alguien en serio estaba dispuesto a un régimen policíaco. Me acordé de una frase que me dijo un ex ministro uruguayo, recientemente fallecido, Antonio Mercader, en una discusión: los latinos tienen leyes rígidas de cumplimiento flexible. Y eso me ha marcado durante toda mi carrera”.

“Hoy lo puedo decir con tranquilidad: hasta el momento fue exitoso. ¿Y por qué fue exitoso? Porque Uruguay aplicó su libertad de manera responsable”, remarcó el mandatario.

Con apenas tres meses de gestión, insistió que la “libertad” será un faro de su Gobierno: “Va a ser un faro que va a dejar a un pueblo andando, que va a ser mucho más dueño, propietario, de su destino. El empoderamiento de los ciudadanos va a hacer que nosotros los gobernantes nos tengan más cercano en el control”.

En ese camino, en las últimas horas el presidente uruguayo firmó un decreto para la reapertura de los espectáculos públicos y próximamente volverá el fútbol.

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