Ramona Modesta Onetto -famosa por su nombre artístico: Ramona Galarza- falleció este martes 22 de septiembre, a los 80 años. Había sido internada en el Hospital Pirovano luego de haber sufrido un paro cardiorrespiratorio en su casa de Buenos Aires.

La triste noticia sobre la partida de la mítica cantante de chamamé fue anunciada por Gabriel Romero, presidente del Instituto de Cultura de Corrientes. “Me acaban de avisar que falleció la querida Ramona Galarza. ¡Que en paz descanses, Novia del Paraná!”.

Nacida en la capital correntina, Ramona comenzó su carrera musical durante su infancia. Ya de adolescente realizó sus primeras presentaciones como cantante en fiestas familiares y escolares. Más tarde integró la Orquesta Folclórica de la Provincia de Corrientes, dirigida por Naum Salis, en la que compartió el rol de solista con el cantante y compositor Efraím Maidana, popularmente conocido como Ernesto Dana.

Impulsada por el maestro paraguayo Herminio Giménez, en 1958 Galarza tuvo una pequeña participación en Alto Paraná, película dirigida por Catrano Catrani, en la que realizó una interpretación de «Kilometro 11”.

Luego de haber alcanzado la popularidad en su provincia, decidió mudarse a Buenos Aires para continuar su carrera musical en la gran ciudad. Hizo una prueba en un sello discográfico, y los caminos artísticos se cruzaron con los sentimentales: en esa empresa conoció al productor Fernándo López, quien luego sería su esposo.

Ya bautizada como la Novia del Paraná, Ramona Galarza se convirtió en una leyenda del chamamé por sus participaciones en peñas, festivales, teatros, programas de radio y televisión, en donde la calificaban como una embajadora de la música litoraleña. Compartió escenario con Ariel Ramírez, Raulito Barboza y las orquestas de Carlos García y Oscar Cardozo Ocampo., entre otras grandes figuras.

En 1978 lanzó el disco Los grandes del litoral, junto a Antonio Tarragó Ros, colocando el color de su voz en Merceditas», “Camba Cuá”, “Sargento Cabral” y la mencionada «Kilómetro 11″.

Esa misma voz trascendió las fronteras: Ramona llevó su música a Chile, Venezuela, Paraguay, Colombia y hasta Canadá. Incluso, llegó a presentarse en los auditorios Lincoln Center y Carnegie Hall, de los Estados Unidos. En 1989 viajó a Australia para representar el chamamé. y en 1991 tuvo distintas presentaciones en Washington, Baltimore, Los Ángeles, Houston, Orange y Dallas. También subió al escenario en un festival internacional de música popular en París, Francia.

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