El cura José Miguel Padilla, a cargo de la parroquia y de un colegio de Intendente Alvear, fue acusado públicamente de acoso sexual por un joven que hace tres años se postuló para ser monje. El acusado negó hoy terminantemente los hechos. «Estoy partido en mil pedazos, pero entero», dijo en un mensaje por Whatsapp a sus feligreses de Alvear, Larroudé y la zona.

El denunciante es Vicente Suárez Wollert, oriundo de Santa Elena (Entre Ríos), quien hace tres años se trasladó a Alvear para vivir la vida monacal. Aquí se instaló con los frailes Capuchinos Recoletos. En los últimos días hizo una denuncia pública por Twitter, que se viralizó y llegó a Alvear. Diario Textual pudo saber que no hay, por el momento, ninguna denuncia penal.

Ahora el cura contestó. «Quiero hablar frente a esto que seguramente ha llegado a la mayoría, por el hermano Vicente, quien fue postulante hace tres años (…)», dijo el sacerdote Padilla en un audio enviado a un grupo de Whatsapp. «Hace mucho años que estoy en Alvear y hace muchos años que comparto la vida del colegio y quiero decirles, con serenidad, que estoy partido en mil pedazos, pero estoy tranquilo. Lamento mucho que hayan tocado al colegio y a los chicos. A cualquiera de los chicos y exalumnos, los puedo mirar a la cara«, dijo. «Este chico Vicente, lamentablemente, tiene alteraciones importantes y demostrables, pero eso se verá en su momento qué hay que hacer… Lo que pido hoy es una oración para que Dios me dé fortaleza. Quiero decirles que estoy acá y espero que haya luz, que se esclarezca y que pase rápido porque es muy feo».

Padilla -conocido como el «cura carapintada»- y los Capuchinos Recoletos llegaron a Intendente Alvear en el año 2004 por pedido del entonces obispo Rinaldo Fidel Brédice. Tomaron a su cargo la parroquia y convento de la Inmaculada Concepción. Los frailes también tienen bajo su responsabilidad el Colegio Secundario Nuestra Señora de Luján.

Es el mismo que en su rol de capellán del Ejercito acompañó, en 1988, el alzamiento carapintada contra el gobierno de Raúl Alfonsín.

En 2013, en Alvear, Padilla adquirió triste notoriedad por distribuir entre los alumnos del Instituto Nuestra Señora de Luján un material que contenía un feroz ataque a la presidenta de entonces, Cristina Fernández, por “no decir la verdad sobre la guerra contra la subversión llevada adelante por las Fuerzas Armadas” contra las “minorías rebeldes extremistas”, enrostrándole al mismo gobierno nacional el hecho de “exaltar la gallardía de sus patéticos y deplorables protagonistas, hoy apañados”.

También, por intentar desmentir “la historia oficial kirchnerista”, que subraya que los indígenas masacrados durante la llamada “Conquista del Desierto” no eran originarios de este suelo, que eran “sanguinarios, cuatreros y extorsionadores”. Y que esa actitud empobrecía el tesoro nacional.

Por ello, el material que el cura distribuyó en el colegio tildó de “monumental empresa” la llevada a cabo por el general Julio Argentino Roca en 1879 y difamó sin ruborizarse a quienes pretenden suplantar su nombre en calles o eliminar su imagen del billete de 100 pesos por la figura de Eva Perón, mujer que “no consiguió los logros” del militar.

Fuente: Diario Textual

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