A diferencia de casi la totalidad del país, los efectos de la pandemia de Covid-19 siguen mostrándose de manera dramática en áreas puntuales de la región Amba: se decidió el aislamiento, por unos 15 días, de Villa Azul, un barrio de casas precarias situado en Quilmes, límite con Avellaneda, dos populosos distritos del Gran Buenos Aires.

También se supo de la muerte de otro dirigente social de la Villa 31 de Retiro como consecuencia del coronavirus.

Según datos del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, más de 40% de los contagios porteños son de vecinos que viven en las villas, principalmente en la 31 y en la 1-11-14 (“Barrio Ricciardelli”).

El ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés Larroque, explicó que, tras el aumento de casos positivos detectados en Villa Azul, se resolvió “cerrar la circulación hacia afuera y tratar de minimizar la circulación interna”.

La villa ubicada en Quilmes, partido que gobierna Mayra Mendoza (Frente de Todos), presenta altos niveles de hacinamiento, muy parecidos a los de la Villa 31.

“Hay muchos pasillos, hay mucha aglomeración, y eso hace que el potencial de contagio sea muy rápido, y, en función de esta situación, se ha planteado cerrar la circulación hacia afuera y tratar de minimizar la circulación interna reforzando la asistencia de todo clase, alimentaria, y otro tipo de recursos que la gente del barrio necesite”, dijo Larroque a Télam.

La villa quilmeña, donde se estima viven unas cinco mil personas, quedó aislada y virtualmente militarizada, después de dar positivos 31 casos sobre 50 sospechosos en las últimas horas. Unos 300 efectivos de distintas fuerzas de seguridad, en turnos de 100, fueron dispuestos en los accesos a Villa Azul.

Se espera que el Ministerio de Salud de la Nación instale dos módulos sanitarios dentro del barrio. Todos los casos confirmados, con síntomas leves, van a un centro de aislamiento y los de gravedad, al hospital zonal.

Mientras, continuarán los operativos del plan DetectAR: grupos de promotores sanitarios recorren barrios en busca de casos sospechosos, haciendo testeos y relevamientos de datos para identificar contactos con contagios.

Sergio Berni, ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, dijo que la situación de aislamiento de Villa Azul, en Quilmes, podría replicarse en otros asentamientos bonaerenses. La emergencia sanitaria en estas barriadas contrasta con el permiso de los gobiernos nacional y bonaerense para que Lanús, Tigre, Berazategui o Tres de Febrero, entre otras localidades del Amba, reabran actividades comerciales e industriales.

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