Luis D’Elía se entregó en los tribunales de Comodoro Py para cumplir la condena de tres años y nueve meses de cárcel por la toma de una comisaría en La Boca, episodio ocurrido en 2004. Cerca de las 23, el Servicio Penitenciario Federal lo trasladó al penal de Ezeiza.

El líder piquetero había pedido la prisión domiciliaria, pero el Tribunal Oral Federal 6 se la negó y quedó firme la orden de detención.

Tras conocer la decisión de los jueces, D’Elía grabó un video para informar que estaba en camino a tribunales y para lanzar duras críticas a los integrantes del TOF 6. «Acaban de negarme la prisión domiciliaria, no les importó que tenga tres bypass, que tenga un infarto en la base del corazón, que hace que mi corazón funcione al 70%», sostuvo.

Y agregó: «No les importó que sea insulinodependiente, de dos insulinas distintas, que tome 10 comprimidos por día, que tenga que hacer una hora de caminata diaria, no les importó».

En esa línea de cuestionamientos a la justicia, D’Elía atribuyó la decisión de los magistrados a una «pura venganza oligárquica del macrismo» y cerró con el siguiente mensaje: «Volveremos, Cristina presidente carajo. Patria o muerte, venceremos. Libertad a todos los presos políticos».

Este lunes por la mañana, durante el editorial que suele hacer en el programa que conduce en Radio Rebelde, D’Elía se había pronunciado en términos similares, cerrando su mensaje con elogios a la ex presidente Cristina Kirchner y al dictador venezolano Nicolás Maduro.

«Seamos libres, lo demás no importa nada. ¡Viva Cristina, viva Maduro! ¡Vivan los pueblos del continente!», fueron sus últimas palabras en el editorial.

El viernes pasado, la Cámara Federal de Casación Penal había ordenado el inmediato cumplimiento de la condena del dirigente kirchnerista, por lo que el TOF 6 estaba obligado a no dilatar más la detención.

En 2004, D’Elía era funcionario del gobierno de Néstor Kirchner, a cargo de la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social. Junto a otras personas irrumpió en la comisaría 24 de La Boca durante la madrugada del 26 de junio para reclamar por el crimen de un compañero.

Ese día se cumplían dos años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. D’Elía y un grupo de militantes y vecinos del barrio ocuparon las instalaciones de la dependencia policial. Habían matado al dirigente comunitario Martín «Oso» Cisneros y el entonces funcionario aseguraba que el asesino, un vendedor de drogas de la zona, estaba siendo protegido por la policía.

Según la acusación fiscal, los manifestantes golpearon al cabo primero Rubén Darío Braga. Se afirmó además que fue D’Elía el que llamó a sus compañeros a romper y prender fuego los bienes, incluido los patrulleros.

Durante el proceso, D’Elía rechazó las acusaciones, pero fue condenado a cuatro años de prisión. Al revisar el fallo, Casación redujo la condena a tres años y nueve meses.

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