Kirstie Alley murió este lunes a los 71 años después de luchar contra el cáncer. La noticia fue informada por sus hijos, True y Lillie Parker, a través de las redes sociales de la actriz.

“A todos nuestros amigos, a lo largo y ancho del mundo… Nos entristece informarles que nuestra increíble, feroz y amorosa madre falleció después de una batalla contra el cáncer, recientemente descubierto”, escribieron. Y agregaron: “Estuvo rodeada de su familia más cercana y luchó con mucha fuerza, dejándonos con la certeza de su inagotable alegría de vivir y de las aventuras que le esperaban”.

Luego, destacaron su rol como persona y artista. “Tan icónica como fue en la pantalla, fue una madre y abuela aún más increíble”, manifestaron. Y señalaron: “El entusiasmo y la pasión por la vida de nuestra madre, sus hijos, nietos y sus muchos animales, sin mencionar su eterna alegría de crear, no tenían igual y nos dejan inspirados para vivir la vida al máximo tal como ella lo hizo”.

A modo de cierre, la familia agradeció el amor y las oraciones, pero pidió que se respetara la privacidad en este difícil momento.

Kirstie Alley nació el 12 de enero de 1951 en Estados Unidos. Fue una actriz, productora y guionista, y dio sus primeros pasos en el cine en la década de los 80, donde supo interpretar roles cómicos y dramáticos.

Sus primeras apariciones en televisión fueron como concursante en los programas Match Game y Password Plus. Sin embargo, saltó a la fama cuando interpretó el papel de Rebecca Howe en Cheers que la hizo dos veces ganadora del premio Emmy.

Además, protagonizó varias películas memorables. Unos de sus papeles más recordados fue cuando 1989 cuando se puso en el papel de Mollie Jensen para las películas Mira quién habla, Mira quién habla también y Mira quién habla ahora.

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