Una multitud, reunida este sábado por la mañana en la Parque de la Ciudad de La Rioja, fue testigo de un hecho histórico. En ese lugar, el cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu -enviado especial del Vaticano- proclamó como beatos al obispo Enrique Angelelli y a otros tres mártires asesinados durante la dictadura militar en 1976.

Funcionarios, gobernadores, sacerdotes, fieles, religiosos y peregrinos de distintos puntos del país y también del extranjero se unieron a esta celebración junto a los familiares de las víctimas.

La ceremonia de beatificación arrancó minutos antes de las 10:30 con cánticos de los fieles e imágenes de San Nicolás de Bari y de San Francisco, para luego continuar con la lectura de la biografía de los cuatro mártires. Allí, bajo un sol radiante y un clima cálido, se narraron los sucesos por los cuales a comienzos de 1976, durante la dictadura cívico y militar en Argentina, la persecución a Angelelli se fue haciendo más explícita y violenta.

«Modelo de virtud y fortaleza de la fe hasta el martirio», exclamó el cardenal para dar paso, ante el aplauso de los presentes, a escribir en el libro de los beatos el nombre de Monseñor Enrique Angelelli, del presbítero Gabriel Longuevilledel, del padre Carlos de Dios Murias, y del laico Wenceslao Pedernera.

En primera fila estuvieron la vicepresidenta Gabriela Michetti y el Secretario de Culto de la Nación, Alfredo Abriani, acompañados por el gobernador de La Rioja, Sergio Casas; el de Salta, Juan Manuel Urtubey; el de Córdoba, Juan Schiaretti; y la de Catamarca, Lucía Corpacci.

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