Será hoy de las 20, con la presencia de las 13 delegaciones participantes. El freestyle llega de la mano de Lihue Bruno y Marcos Miranda, mientras que el circo lo traerá la reconocida compañía piquense Zircaos. En el Club Estudiantes de Santa Rosa, con entrada libre y gratuita, será el acto de clausura de la 28° edición de los Juegos de la Araucanía 2019.
Los juegos binacionales se están desarrollando en las subsedes de Eduardo Castex, General Acha, General Pico, Santa Rosa y La Adela, desde el pasado sábado y hasta el viernes.
Para el cierre -en esta edición- la propuesta de la Secretaría de Cultura, se vincula con el freestyle que llega con Lihue Bruno de Santa Rosa y Marcos Miranda de Temperley (Buenos Aires), encargados de coronar estos días deportivos.
El freestyle surgido a mediados de los 80, es un tipo de rap donde las letras son improvisadas, fluyen de modo libre sin una composición previa. Comparado por algunos con los solos de jazz, donde hay un líder que actúa como improvisador, mientras el resto de la banda pone el ritmo.
Además, la Compañía Artística Zircaos de la ciudad de General Pico, dará el marco de bienvenida al club, a las 13 delegaciones que están visitando la Provincia.
Compañía Zircaos
La Compañía Artística Zircaos nació en General Pico, en el año 2001. Sus fundadores Rosana Kozac y Guillermo Errea se han definido como «viajeros incansables y artistas todo terreno». Desde hace 20 años recorren el mundo fusionando arte y trabajo, con el objetivo de llevar a diversos espacios públicos e instituciones educativas o recreativas, la magia de divertir e introducir al espectador en el maravilloso y variado mundo del arte.
Zircaos ha recorrido más de 50 países de Asia, América y Europa, compartiendo a través de las redes sociales sus vivencias por todo el mundo. Son una familia viajera, que en el año 2015 se embarcó en el sueño de dar la vuelta al mundo en un motorhome. Durante un año y cuatro meses, llevaron adelante su propuesta artística «Zircaos: vuelta al mundo».
En julio de 2017 esta compañía de arte circense, emprendía una nueva odisea alrededor del globo terráqueo. En esta oportunidad el destino era, nada más ni nada menos que el estado helado del hemisferio norte, Alaska.
Realizan presentaciones en la Provincia, en el país y en diferentes partes del mundo. Son creadores de un estilo propio que se caracteriza por la puesta física, la imagen y la experiencia; una combinación perfecta para ofrecer un producto de alto impacto visual.
Marcos Miranda
Bailarín, rapero, productor, compositor y quizás también actor, Marcos Miranda tiene 34 años y acaba de terminar un quinto disco. En el año 2010 dejó el trabajo que tenía y se dedicó exclusivamente al rap y al hip hop. Lo hizo desde El Triángulo (un polo de cultura hip hop), su humilde pero prolífico estudio, ubicado en un triángulo de vías ferroviarias.
Miranda explicó, “el estudio surgió por la necesidad de hacer nuestra música: todo lo que hago es porque quiero rapear, quiero escribir y estar en los grandes escenarios. Hice muchas cosas que me llevaron a conocer a muchos raperos y terminé produciendo discos y eventos”.
El Triángulo se convirtió en lugar de peregrinación y aprendizaje de raperos y en plataforma de trabajo de alguien que realmente comprende y aprecia todos los elementos de la cultura hip hop. “Muchas cosas te convierten en rapero, pero lo importante es la actitud de aportar al rap y compartir, no es solamente hacer lo tuyo, unión, respeto y ser real, lo mejor que le puede pasar a un artista es ser transparente. A muchos se les dispara la cabeza y se creen Eminem, y capaz que sus videos muestran algo que no son. Yo quiero conocer al rapero, no al personaje que se comió al rapero. Nosotros tratamos de no perder la esencia en todo lo que hacemos”, sostuvo Marcos.
Lihue Bruno
Lihue Bruno es de Santa Rosa y tiene 18 años. Actualmente vive en Buenos Aires. Improvisa desde fines del 2015 y su primer canción es de principios de 2017. Se convirtió en un referente del rap pampeano. Organiza batallas de freestyle, brinda talleres en colegios, sube sus videos a YouTube, y sus letras asombran a cientos de docentes o asombran a los que participan en un encuentro internacional.
El año pasado organizó con amigos una competencia llamada F-nix freestyle en el Parque Oliver santarroseño, que superó todas las expectativas en cuanto a la concurrencia de público joven, un evento que nació entre unos pocos y se masificó hasta lo inimaginable.
La onda expansiva del rap -caratulado como un subgénero, mezcla oscura de hip hop con reggeton y música electrónica- ayudó también a multiplicar el gusto de miles de adolescentes por esas palabras que se disparan como una metralleta en desafíos cara a cara, en medio de exclamaciones de una multitud que los rodea.