Especialistas armaron un modelo matemático que estima las pérdidas de aprendizaje en tres escenarios posibles de intervención pedagógica.

A raíz de la pandemia de coronavirus que azota al mundo, los Gobiernos de los países del mundo eligieron distintas estrategias educativas para continuar con la actividad. Si bien la gran mayoría suspendieron las clases presenciales, hubo algunas prioridades.

Mediante una investigación se dilucido que los alumnos de los primeros grados serán los más afectados a largo plazo por el cierre de escuelas, especialmente si cuando vuelven al aula no se implementan medidas que los ayuden a ponerse el día.

La investigación del programa Research on Improving Systems of Education (RISE) -que estudia las consecuencias de los cierres escolares en distintos países-, fue reseñado en un informe del Observatorio Argentinos por la Educación.

En el mismo, los especialistas armaron un modelo matemático que estima las pérdidas de aprendizaje en tres escenarios posibles de intervención pedagógica una vez que se vuelve al aula:

  1. Sin estrategias de mitigación: Sin tomar decisiones que busquen compensar los aprendizajes perdidos.
  2. Con estrategias de “remediación” a corto plazo: Se adapta la currícula en el regreso de los estudiantes, pero se retoma el ritmo “normal” a partir del año siguiente.
  3. Con estrategias de “reorientación” a largo plazo: Se adapta la currícula para que a lo largo de toda la trayectoria del estudiante los contenidos estén alineados con sus posibilidades reales de aprendizaje.
Alumnos de los primeros grados, los más afectados por la falta de presencialidad
Alumnos de los primeros grados, los más afectados por la falta de presencialidadObservatorio Argentinos por la Educación | Research on Improving Systems of Education (RISE)

Los resultados arrojan que los alumnos de los primeros grados son los que más perderán a largo plazo. Pero además, que si no se aplican las estrategias adecuadas (opción 1), esas pérdidas pueden profundizarse aún más una vez que vuelven al aula .

Las estimaciones puntualizan que, si no se hace nada, los alumnos que no han ido a la escuela durante medio año seguido en segundo grado habrán perdido el equivalente a 1,8 años de aprendizaje cuando estén en tercer o cuarto año de secundaria.

No obstante, si los mismos estudiantes tuvieran una remediación a corto plazo perderán 1,3 años de aprendizajes a futuro. Mientras que si se aplica una estrategia de reorientación a largo plazo, los estudiantes ganarán un año de aprendizaje comparado a lo que hubiera pasado sin pandemia.

A futuro con los alumnos que hoy están en primer año de la secundaria, con la opción 1 perderán 0,3 años de aprendizajes; con la 2 perderán 0,4 años ; y con la 3 perderán 0,1 años .

Alumnos de los primeros grados, los más afectados por la falta de presencialidad
Alumnos de los primeros grados, los más afectados por la falta de presencialidadObservatorio Argentinos por la Educación | Research on Improving Systems of Education (RISE)

Qué pasa con los años superiores

Los diferentes efectos se debe a que “en los grados superiores la dinámica es distinta. En primer lugar, ya hay acumulada deserción escolar de niños en los años anteriores, por lo tanto, su pérdida de aprendizaje es cero porque de todos modos no estaban en la escuela. Estos niños no se ven afectados por el impacto del cierre de escuelas debido a la pandemia según el modelo, ya que se encuentran fuera del sistema educativo“, indica el informe.

En esta línea, explica: que “en segundo lugar, la estimación contempla que en los grados superiores hay una mayor proporción de niños en la escuela por debajo de los niveles mínimos de aprendizaje en comparación a lo que se observa en los primeros grados. Estos niños se quedarán atrás del nivel del plan de estudios incluso antes del cierre de las escuelas por el Covid-19 y no estaban aprendiendo a pesar de estar en la escuela. Debido a esto, la pérdida de aprendizaje de estos alumnos no se vio tan afectado por los cierres de escuelas“.

Alumnos de la misma edad con efectos diferentes

La investigación de RISE – sostenida por organismos de los gobiernos del Reino Unido, Australia y por la Fundación Bill & Melinda Gate- demuestra que los efectos sobre la pérdida de aprendizajes también difieren según el desempeño que tenían los alumnos antes de la pandemia .

El informe expresa que las estrategias de remediación tienen buenos resultados para los estudiantes de desempeño medio en el corto plazo, pero no para los estudiantes con los mejores desempeños, quienes se terminan atrasando con respecto a lo que podrían haber aprendido sin la aplicación de estas estrategias compensatorias.

Los estudiantes con mejor desempeño incluso aprenden menos en el escenario de “remediación a corto plazo” que en el escenario “sin mitigación”, porque la remediación ralentiza demasiado el proceso de enseñanza para ellos.

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