“Estoy tan sorprendida como ustedes”, dijo Erica Frydlender, la madre de Abigail, tras el fallo de los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora. “Estoy muy mal, es mi hija”, dijo la mujer con la voz entrecortada y muy afectada.

“Estamos tratando de salirnos de todo esto. Es muy duro y queremos despegarnos. Necesitamos que nos dejen tranquilos, nosotros también estamos haciendo nuestro duelo, lo extrañamos mucho a Lucio”, dijo en un breve diálogo en el que negó haberse comunicado con su hija en los últimos días.

«No te imaginas que la persona que querés haya pasado algo así. Ayer nos desayunamos con un montón de cosas que ella decía que no eran así, no le dio la cara para llamar. Pero cuando lo haga me va a escuchar», completó su madre.

“Tengo miedo de que lastimen a mi familia”

“Tengo miedo de que lastimen a mi familia y temo por cómo les pueda afectar la información que se filtró”. Ese es el mensaje que dio Abigail desde la cárcel de San Luis, en la que está alojada junto a Magdalena Espósito Valenti, su pareja y madre de Lucio Dupuy.

Tras la condena y la exposición mediática que tomó el caso, ahora teme por la integridad física de su familia, pero también dice estar angustiada por cómo pudo impactar en su familia la difusión de las pruebas ventiladas en el debate y que tomaron difusión mediática en las últimas semanas.

“Me causa dolor el maltratamiento (sic) de los medios”, dijo la mujer que recibirá prisión perpetua. La razón es simple: su madre y sus tres hermanos desconocían las evidencias en su contra. “No estaban al tanto”, confirmaron desde el equipo de la defensoría oficial que la representa en la causa.

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