El candidato a diputado nacional por Cambia La Pampa, Federico Guidugli, aprovechó su paso por la 99ª Exposición Rural de Santa Rosa para desplegar un mensaje político con doble anclaje: una apelación al diálogo con el sector agropecuario y, al mismo tiempo, una crítica a las políticas nacionales que —según él— castigan al interior productivo.
En una carta abierta difundida tras su visita al predio ferial, el dirigente radical celebró el “llamado al diálogo” entre productores y el Estado, pero advirtió que la relación debe trascender los discursos coyunturales. “El desafío es sentarnos en la misma mesa —productores, Estado y sociedad— para diseñar juntos una política de largo plazo. Una que no cambie con cada elección ni en cada gestión de turno”, escribió Guidugli.
El mensaje, de tono propositivo pero con claros matices opositores, busca posicionarlo como un interlocutor entre la dirigencia política y el sector agropecuario pampeano, históricamente sensible frente a las decisiones económicas tomadas desde Buenos Aires.
Un discurso con impronta productivista
Guidugli reivindicó el rol del campo como “motor de la provincia” y apuntó directamente contra lo que definió como medidas “improvisadas” del Gobierno nacional. “No se puede seguir castigando al que invierte, al que siembra y apuesta a la Argentina”, señaló, en alusión a los cambios en las retenciones y a la presión fiscal sobre el agro.
El radical propuso avanzar hacia una baja gradual y sostenida de las retenciones, acompañada de incentivos para la inversión y el agregado de valor en origen. Con ese planteo, busca diferenciarse de la lógica de la protesta pura y ofrecer una mirada más técnica y planificada, en línea con el perfil que intenta consolidar Cambia La Pampa de cara a las legislativas.
Infraestructura y arraigo: un eje de campaña
Más allá del reclamo fiscal, Guidugli ubicó en el centro del debate la reconstrucción de la infraestructura rural, un tema recurrente en su discurso. “Las rutas nacionales que cruzan La Pampa están olvidadas hace más de dos décadas; los caminos rurales, en muchos casos, intransitables”, advirtió.
La apelación al arraigo y al desarrollo del interior profundo busca conectar con un electorado que percibe que las políticas nacionales miran poco hacia el oeste pampeano. En ese sentido, el candidato remarcó que “la inversión en infraestructura rural no es un gasto: es la base para el desarrollo y la integración provincial”.
Un guiño a la dirigencia rural y un mensaje interno
El gesto de Guidugli también tuvo una lectura política interna: al respaldar el discurso del presidente de la Asociación Agrícola Ganadera, José Ignacio de la Iglesia, el radical marcó un punto de coincidencia con una de las instituciones más influyentes del campo pampeano.
Al mismo tiempo, su mensaje representa un intento de reposicionar al radicalismo como fuerza con sensibilidad productiva, en un contexto en el que el PRO y otros espacios de la oposición disputan el mismo electorado rural.
“General Pico y todo el interior pampeano necesitan previsibilidad, respeto a la propiedad privada y reglas claras para producir”, insistió el candidato, reforzando la línea discursiva que combina moderación política con firmeza programática.
Una estrategia de perfil provincial
El tono de la carta y la elección del escenario —la Expo Rural— no fueron casuales. En la recta final de la campaña, Guidugli busca ampliar su base de apoyo más allá del núcleo radical, proyectándose como una figura de consenso dentro del frente opositor y, al mismo tiempo, como un dirigente con proyección provincial.
“Celebro el llamado al diálogo, en tiempos donde sobran los gritos y faltan los acuerdos”, concluyó, en una frase que sintetiza su apuesta política: mostrarse como el puente entre la producción y la política, entre el campo y el Estado.