El congreso nacional del Partido Justicialista (PJ) convocó formalmente a toda la dirigencia partidaria, incluidos el kirchnerismo y el Frente Renovador de Sergio Massa, a conformar un «Frente Patriótico» de carácter electoral, en una sesión en la que, pese a las reiteradas apelaciones a la unidad, resultó notoria la ausencia de varios gobernadores, solo asistieron Gildo Insfrán de Formosa y Alberto Rodriguez Sáa de San Luis. Por La Pampa asistieron la senadora nacional Norma Durango y Raúl Ortiz, ex ministro del gobierno de Oscar Mario Jorge.

En ese contexto, los referentes partidarios -en especial los kirchneristas- evidenciaron su voluntad de saldar cualquier diferencia interna mediante las PASO de agosto.

Los congresales se reunieron en el microestadio del club Ferro para habilitar al PJ a formalizar alianzas e integrar un frente electoral para las elecciones generales del 27 de octubre próximo.

El dato político más llamativo fue probablemente la ausencia de los gobernadores nucleados en el espacio Alternativa Federal, lo que da cuenta de las dificultades del peronismo para consolidarse como un cuerpo homogéneo  y sin fisuras.

Apenas dos gobernadores fueron de la partida en Ferro: Gildo Insfrán, de Formosa, a la sazón presidente del congreso partidario, y el mandatario de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, actualmente volcado al kirchnerismo y que afronta una gran disputa interna en el PJ provincial con su hermano Adolfo que llegó a la Justicia porque los dos quieren competir por la gobernación con el sello del partido.

En cambio, el peronismo cordobés que lidera el gobernador Juan Schiaretti, y en la misma línea el salteño Juan Manuel Urtubey, ni siquiera enviaron a sus congresales, de modo que ni Córdoba ni Salta estuvieron representadas en el congreso.

Esas ausencias fueron maquilladas con las asistencias de varios intendentes, el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, y de una compacta representación sindical, con el camionero Hugo Moyano a la cabeza. 

Desde el kirchnerismo, ante la ausencia de Máximo Kirchner, ofició de vocero el diputado Eduardo De Pedro, colaborador directo de la ex presidenta Cristina Fernández, quien llamó al PJ a recorrer un camino de unidad partidaria para luego integrar «un gran frente opositor, sin exclusiones».

El congreso peronista hizo una mención especial para invitar a Sergio Massa y a los gobernadores peronistas «a dirimir roles y candidaturas en las PASO, que fija la ley».

Algunos dirigentes hicieron suyas las palabras del dirigente de La Cámpora y también reclamaron a viva voz la necesidad de alcanzar la unidad partidaria, al mismo tiempo que criticaban las posturas radicalizadas de Urtubey, y del senador nacional Miguel Pichetto, quienes hasta acá se han mostrado inflexibles en su negativa a cohabitar otra vez con los seguidores de la ex mandataria, a quien naturalmente nadie esperaba que fuera a aparecer por Ferro. 

El presidente del PJ nacional y diputado nacional, José Luis Gioja, señaló que este congreso marcará el rumbo porque «vamos camino a la unidad y al armado de un frente patriótico para derrotar a (Mauricio) Macri».

«Estoy convencido de que lo conseguido en provincias como Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos será el espíritu que predomine a nivel nacional, y así logremos la unidad del peronismo, junto a otros partidos populares», vaticinó Gioja.

En el mismo sentido, el ex jefe de Gabinete kirchnerista, Alberto Fernández, señaló: «Espero que después de este congreso podamos convocar a Sergio (Massa) y a los gobernadores para unirnos y comprender que tenemos que estar todos juntos para superar este momento».

Aunque mandaron representantes, quedaron sin ocupar las sillas de la fueguina Rosana Bertone, el entrerriano Gustavo Bordet, el sanjuanino Sergio Uñac, el tucumano Juan Manzur y el pampeano Carlos Verna, quién se encuentra de licencia por enfermedad, entre otros gobernadores.

En forma escueta, el gobernador formoseño y presidente del congreso partidario Gildo Insfrán sentenció: «La palabra salvadora es la unidad».

El rionegrino Martín Soria fue otro de los que enumeró los beneficios que resultarían de la unidad, aunque advirtió: «Nadie es indispensable y aquellos que así lo crean y no entiendan la necesidad de una unidad amplia, estarán cometiendo un grave error».

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