“El Gobierno Nacional quiere hacernos creer a los argentinos que nuestro problema es el costo laboral”

El senador pampeano, Daniel Lovera, presentó hoy en la Cámara Alta dos proyectos de ley orientados a visibilizar y jerarquizar a las trabajadoras y los trabajadores del cuidado. El “Proyecto de Formación y Jerarquización de Trabajadoras y Trabajadores del Cuidado” y el “Sistema Integral Federal de Cuidados” son las dos propuestas que están pensadas para regular a todas aquellas actividades y tareas vinculadas al cuidado de personas que, por una razón de edad –niñas, niños o adultos mayores- o por problemas de salud o discapacidad, requieren cuidado de terceros.

Venimos trabajando y estudiando hace tiempo esta problemática y nos fijamos el objetivo de ponerla en la agenda pública, el tema del cuidado aparece como una de las necesidades más urgentes y más invisibilizadas de las mujeres en particular y de las familias en general”, explicó Lovera.

Además de la problemática familiar que representa, ¿qué impacto considera que tiene en el mercado laboral?
En principio, debemos hacernos conscientes de la crisis que nos ha impuesto este Gobierno Nacional a partir de sus decisiones en el rumbo macroeconómico; nos quiere hacer creer a los argentinos que nuestro problema es el costo laboral, cuando en realidad lo verdaderamente grave es la falta de oportunidades.
Entendiendo este problema y desde mi lugar de legislador nacional, lo que se pretende. con esta propuesta, es generar mejores condiciones para fomentar la empleabilidad y la vida laboral de las mujeres especialmente, que son quienes realizan las tres cuartas partes de las tareas de cuidado.

¿Esto tiene distinta incidencia de acuerdo a los niveles socioeconómicos?
Las principales perjudicadas son las mujeres que pertenecen a los sectores de menores recursos, las responsabilidades de cuidado suelen terminar afectándolas de manera que le impiden su desarrollo personal; con menos tiempo para destinarle al mercado laboral rentado y, por ende, con enormes dificultades para obtener autonomía económica.
Tenemos que romper con la naturalización de esta realidad y empezar a tener una mirada que ponga en valor estas actividades dentro de un mercado que se proyecte a partir de la equidad. Incluso la oferta de centros para la tercera edad, para personas con discapacidad, o las guarderías maternales, reproducen estos patrones de inequidad, tanto por sus costos como por su distribución geográfica.

¿Cuáles son los antecedentes para desarrollar estos proyectos?
Según estadísticas de la OIT, en el año 2018, 647 millones de personas en edad económicamente activa estaban fuera del mercado de trabajo por la imposibilidad de conciliar su vida laboral con su vida personal; y el 93% de estas personas eran mujeres -alrededor 606 millones-. El principal motivo de inactividad es el trabajo de cuidados no remunerado y las responsabilidades familiares. El cuidado de personas hoy representa un mercado laboral incipiente, con la capacidad de generar 475 millones de empleos en el mundo, por el aumento de la inversión que se impone en esa economía. Considerando la situación de emergencia que atraviesa el mercado laboral argentino, la intervención del Estado debe orientarse a la formación y capacitación de trabajadoras y trabajadores para permitirles aprovechar también todo este potencial.

¿Cuál es la aspiración central de estos proyectos?
El punto de partida debe ser visibilizar, reconocer y legitimar el cuidado como un trabajo que está siendo desarrollado, hoy, principalmente por las mujeres y en las sombras.
El Estado es responsable de impulsar acciones que lleven a una distribución más justa y equitativa del cuidado entre hombres y mujeres, desarrollando estrategias tanto en el plano de lo simbólico como en el normativo, considerando la provisión y la gestión integral y articulada de servicios del cuidado. Tenemos que comprometernos a empezar a hablar de la “socialización del cuidado”, entendiendo que es un asunto del ámbito público y no un problema que debe resolverse en el interior de la familia de manera excluyente.

¿Y qué áreas del trabajo considera?
Es parte del mercado de los servicios, y para viabilizarlo como actividad económica debe contemplarse todo el proceso de profesionalización. Por un lado, el diseño y la implementación de la formación profesional a fin de contar con personas con perfiles adecuados, y por otro, la existencia de estructuras y recursos que apoyen a las mujeres en el proceso de conciliación entre su vida laboral y su vida personal. La creación de políticas públicas transversales y con perspectiva de género, resulta urgente en un contexto social de extrema vulnerabilidad de las mujeres.

¿Cómo definiría los ejes conceptuales de estos proyectos?
Los proyectos que hoy estamos presentando tienen como eje la justicia social. El proyecto de ley del “Sistema Integral Federal de Cuidados” entiende al cuidado como un derecho para quien lo recibe y un trabajo para quien lo realiza, reconoce su valor económico, social y cultural. También busca promover su organización social con la participación del Estado, el mercado, los sindicatos, la comunidad y las familias.
Y por su parte, el “Proyecto de Formación y Jerarquización de Trabajadoras y Trabajadores del Cuidado” tiene como objetivo capacitarlos en trayectos formativos escalonados de forma gratuita, para ayudarlos a adquirir conocimientos específicos para brindar un servicio de calidad a las personas que lo necesitan. La OIT considera que el trabajo de cuidados se enmarca dentro de los nuevos yacimientos de empleo y no podrá ser reemplazado por las nuevas tecnologías.

¿Qué incidencia podría tener en nuestra provincia?
En la provincia de La Pampa es un tema prioritario, estamos trabajando junto al gobierno, los municipios y las distintas instituciones intermedias para lograr una oferta de formación para trabajadoras y trabajadores del cuidado. Mi deseo es que estos esfuerzos se repliquen a nivel nacional. Y próximamente vamos a estar organizando un desayuno de trabajo con organizaciones comprometidas con este tema para definir, en forma conjunta, un plan de acción y un abordaje integral del sistema de cuidados.

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