Por unanimidad, la Cámara baja provincial pidió al Gobierno nacional que La Pampa participe en la mesa de discusión. Desde la oposición piden ir a la Justicia.
En una sesión cargada de tensión política y con un trasfondo económico que golpea de lleno a la industria frigorífica local, la Cámara de Diputados de La Pampa aprobó este jueves por unanimidaduna, resolución en la que solicita al Gobierno nacional que incluya a la provincia en la discusión por el futuro de la barrera fitosanitaria al sur del río Colorado.
El reclamo se da luego de que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) flexibilizara, aunque de manera momentánea, la histórica prohibición de ingresar carne bovina con hueso a la región patagónica. La decisión fue rápidamente congelada por presión de gobernadores del sur. Pero en La Pampa, la reacción política no se hizo esperar.
“Lo que pedimos es que se la invite a La Pampa a la mesa de diálogo”, exigió el diputado oficialista Espartaco Marín, quien recordó que la provincia es parte de la región patagónica desde 1985. “La resolución del Senasa se hizo sin consultar a nadie, ni siquiera a nosotros que estamos directamente afectados”, cuestionó.
Pero la presión política no se quedó solo en reclamos. Desde el radicalismo, el diputado Javier Torroba fue más allá y propuso una demanda judicial contra Nación. “Está comprobado que la carne con hueso plano no transmite aftosa. La barrera es comercial, no sanitaria, y eso la vuelve anticonstitucional”, denunció.
El antecedente inmediato es el paso atrás que dio el Senasa hace apenas dos meses. En ese momento, el organismo nacional había anunciado que, debido al bajísimo riesgo de contagio de fiebre aftosa, se levantaría la prohibición que rige desde hace 24 años. Sin embargo, tras las quejas públicas de los gobernadores de Río Negro y Neuquén, la medida fue suspendida por 90 días y se convocó a una mesa de trabajo… sin invitar a La Pampa.
El malestar en la provincia escaló. “Me eximen de mayores críticas los comentarios en redes sociales de los gobernadores patagónicos. Lo que molesta es que a La Pampa directamente la dejaron afuera. No es solo una falta de diálogo: es un desprecio institucional”, lanzó Marín.
Desde otros bloques también respaldaron el reclamo. “Hay 18 provincias interesadas en que se levante la barrera. Si eso pasa, el precio diferencial que pueda conseguir La Pampa va a durar lo que se tarde en saturar el mercado”, advirtió Maximiliano Aliaga, de Comunidad Organizada. Por su parte, Enrique Juan (Pro-MID) también apoyó la iniciativa.
La carne sin hueso de La Pampa hoy llega incluso a Tierra del Fuego. Y según los legisladores provinciales, los precios locales siguen siendo sustancialmente más bajos que en el extremo sur del país. Con un stock ganadero altísimo, alrededor de 10 vacas por habitante y una importante infraestructura frigorífica, La Pampa busca que se respete su lugar en la mesa patagónica.
Mientras tanto, productores rurales de Río Negro preparan su propia embestida judicial contra Nación. Según reveló La Mañana de Neuquén, ya se detectaron irregularidades legales en la resolución suspendida por Senasa. El proceso administrativo ya está en marcha, y si no hay respuestas favorables, irán a la Justicia ordinaria.
La disputa por el levantamiento de la barrera sanitaria no solo abre un debate sobre salud animal, sino también sobre federalismo, representación regional y la tensión creciente entre Nación y las provincias.