El conflicto entre el gremio La Bancaria y el Banco Santander sumó un nuevo capítulo este martes con una asamblea en la puerta de la sucursal de General Pico. Allí, los trabajadores comenzaron a visibilizar lo que definen como un “grave conflicto laboral” que afecta a nivel nacional y que, de acuerdo a sus proyecciones, podría dejar a 1.500 personas sin empleo en los próximos dos años.
Daniel Brignoli, referente gremial en la ciudad, sostuvo que la entidad financiera está llevando adelante un plan de ajuste que incluye despidos “encubiertos”, bajo el pretexto de metas de rendimiento cada vez más exigentes e “incumplibles”. Según denunció en declaraciones a medios locales, este esquema es parte de una estrategia para reducir personal sin encarar despidos formales, una práctica que el sindicato define como “precarización laboral”.
“El banco endureció sus políticas. Hay empleados que son citados a oficinas junto a escribanos, o que reciben la noticia de su desvinculación vía Zoom. Eso no es un procedimiento habitual: son aprietes”, explicó Brignoli. La situación, aseguró, ya fue denunciada ante el Ministerio de Trabajo, aunque hasta ahora no hubo respuesta oficial.
El plan de lucha
El conflicto se da en el marco de un plan de lucha más amplio definido por La Bancaria, que incluye medidas escalonadas. A las asambleas de dos horas que comenzaron esta semana, se sumarán otras de tres horas el próximo martes, y una movilización a la Embajada de España en Buenos Aires, en alusión a la casa matriz del banco.
Desde el gremio advierten que las entidades financieras “nunca pierden”: “En la bonanza y en la crisis, los bancos siempre se las arreglan para tener ganancias”, expresó Brignoli. En ese sentido, apuntó que el ajuste no responde a una necesidad financiera concreta, sino a una decisión política de recortar personal.
Malestar social y desprotección
Brignoli también apuntó contra un fenómeno que complica aún más el panorama: el descreimiento social hacia la acción gremial. “Hay gente que cuando ve que estás protestando por un puesto de trabajo, responde con agresividad. Esa indiferencia nos duele”, lamentó.
El referente no descartó que lo que ocurre con Santander sea apenas la punta del iceberg. Según dijo, otras entidades bancarias ya están aplicando políticas similares, en un “caldo de cultivo” que amenaza con transformarse en una ola de despidos masivos en el sector. “Hace mucho que no vivíamos una situación así. El foco estaba en discutir paritarias, pero ahora la pelea es por sostener los puestos”, advirtió.
El gremio ya manifestó su preocupación ante las autoridades nacionales, aunque asegura que no hay respuestas claras ni de parte del Ministerio ni del banco. “Están muy firmes en su posición, pero bueno, hay que estar en la lucha”, cerró Brignoli.