El mercado cambiario argentino atravesó este jueves una de sus jornadas más tensas del año. Pese a una fuerte intervención del Banco Central (BCRA), que vendió US$ 379 millones para contener la escalada, el dólar rompió la barrera psicológica de los $1.500 en distintas cotizaciones, tanto en bancos privados como en el circuito paralelo.
En el Banco Nación, la divisa cerró a $1.495, mientras que en entidades privadas llegó a superar el umbral histórico de los $1.500. El dólar blue se negoció a $1.515, el MEP alcanzó los $1.520 y el contado con liquidación (CCL) rozó los $1.540. La tensión se trasladó también a los bonos en dólares, que retrocedieron más de 14%, y al riesgo país, que saltó más de 22% en una sola rueda.
El mercado cambiario argentino atravesó este jueves una de sus jornadas más tensas del año. Pese a una fuerte intervención del Banco Central (BCRA), que vendió US$ 379 millones para contener la escalada, el dólar rompió la barrera psicológica de los $1.500 en distintas cotizaciones, tanto en bancos privados como en el circuito paralelo.
En el Banco Nación, la divisa cerró a $1.495, mientras que en entidades privadas llegó a superar el umbral histórico de los $1.500. El dólar blue se negoció a $1.515, el MEP alcanzó los $1.520 y el contado con liquidación (CCL) rozó los $1.540. La tensión se trasladó también a los bonos en dólares, que retrocedieron más de 14%, y al riesgo país, que saltó más de 22% en una sola rueda.
La presión se hizo sentir en todos los frentes: en el segmento mayorista se operaron más de US$ 590 millones, con ventas del Central estimadas en más de US$ 300 millones, mientras que el mercado de futuros duplicó su volumen y rozó los US$ 1.300 millones. Analistas coincidieron en señalar que la rueda se movió en un clima de “modo pánico”, con inversores huyendo de posiciones en pesos ante la falta de certezas económicas y políticas.
Incluso, la tensión afectó la operatoria minorista: clientes del Banco Galicia reportaron problemas en la aplicación y en el homebanking desde temprano, lo que impidió realizar operaciones. La entidad atribuyó el incidente a un “desperfecto técnico” y aseguró que fue solucionado progresivamente.
El techo de la banda y la intervención del Central
El Banco Central actuó al quedar habilitado por el mecanismo de bandas de flotación, acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El techo de la banda se actualiza a razón de 1% mensual y para este jueves estaba fijado en $1.474,83. Con el mayorista en $1.474,50, el organismo presidido por Santiago Bausili intervino en el mercado con ventas que superaron las realizadas el día anterior (US$ 53 millones), aunque sin lograr frenar la tendencia.
Según fuentes del mercado, el hecho de que el Central utilice dólares de las reservas —en parte provenientes de desembolsos del FMI— genera preocupación adicional en los inversores, que dudan de la sostenibilidad de los pagos de deuda si se continúa con este nivel de intervenciones.
El frente político suma presión
El contexto político no ayudó a calmar la plaza financiera. El revés que sufrió el oficialismo en el Congreso por los vetos presidenciales vinculados al financiamiento universitario y a la salud encendió las alarmas. El temor a que el Senado repitiera la jugada este jueves reforzó la desconfianza en la capacidad del Gobierno para sostener su programa económico y político.
En ese marco, operadores y analistas coinciden en que la tensión cambiaria está lejos de disiparse. “El mercado ve un Central cada vez más débil en reservas y un Gobierno con menos margen político. Esa combinación dispara la cobertura en dólares”, señaló un economista consultado por la prensa.
Con el dólar mayorista rozando el techo de la banda, el paralelo y los financieros en máximos históricos y un mercado en plena desconfianza, la crisis cambiaria suma un capítulo más a la incertidumbre que atraviesa la economía argentina.