El peronismo enfrenta su piso histórico en el Senado y se prepara para una nueva fractura interna

El mapa político del Congreso empieza a reconfigurarse tras las elecciones y todas las miradas apuntan al Senado, donde el peronismo atraviesa su momento más delicado en décadas. Con apenas 28 bancas confirmadas, el espacio alcanzará su piso histórico y podría perder aún más poder si se concreta una ruptura entre los senadores de Santiago del Estero y el bloque que conduce José Mayans.

En esa provincia, el Frente Cívico por Santiago —alineado al gobernador Gerardo Zamora— se quedó con dos de las tres bancas en juego, mientras que la tercera fue para el peronismo provincial. Todo indica que Zamora, que regresará al Senado acompañado por Elía Esther del Carmen Moreno, impulsará un bloque propio bajo el nombre Fuerza Patria, lo que reduciría la representación peronista a 26 senadores.

Un bloque en retroceso

Hoy, el interbloque Unión por la Patria se divide en tres espacios: el Frente Nacional y Popular (FNP) y Unidad Ciudadana (UC), ambos con 15 miembros, y Convicción Federal (CF), con 4. Pero esa estructura quedará en el pasado: tras el recambio legislativo, el FNP conservará solo 9 bancas, UC 6, y CF mantendrá sus 4 senadores.

Si los santiagueños deciden actuar de forma independiente, el oficialismo perderá volumen político. Solo José Emilio Neder, electo por el Frente Fuerza Patria Peronista, seguiría dentro del esquema de Mayans.

En paralelo, la salteña Flavia Royón ya confirmó que conformará una bancada unipersonal, en línea con el gobernador Gustavo Sáenz, cuya estrategia de autonomía también se replica entre sus diputados.

El bloque Fuerza Patria incluirá a dirigentes de peso dentro del kirchnerismo y el peronismo tradicional, entre ellos Wado de Pedro, Juliana di Tullio, Anabel Fernández Sagasti, José Mayans, Lucía Corpacci, Jorge Capitanich, Alicia Kirchner, Daniel Bensusán, Mariano Recalde y Sergio Uñac.

Tensiones en Diputados

La Cámara baja tampoco escapa al reacomodamiento. El bloque que encabeza Germán Martínez, que planea rebautizarse como Fuerza Patria, busca mantener sus 98 bancas y la condición de primera minoría. Sin embargo, en el oficialismo libertario observan con atención una posible división interna que podría restar poder al peronismo.

La definición se conocerá recién después del 10 de diciembre, cuando se distribuyan las comisiones. Pero en el entorno de La Libertad Avanza confían en que la fragmentación opositora facilitará la negociación parlamentaria del Ejecutivo.

En Diputados, los santiagueños también analizan formar un bloque autónomo con sus siete legisladores, una experiencia que ya habían ensayado años atrás a pedido de Cristina Fernández de Kirchner, cuando su respaldo fue clave para garantizar la presidencia provisional del Senado.

Hoy, ese vínculo político parece agotado. Algunos dirigentes del norte estarían molestos por las tensiones internas y por los reproches por ausencias en votaciones sensibles, por lo que evalúan recuperar su independencia.

Durante la actual gestión libertaria, los únicos que formalizaron su salida del bloque peronista fueron los tucumanos alineados con el gobernador Osvaldo Jaldo, quienes conformaron su propio espacio: Independencia.

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